viernes, 18 de marzo de 2016

Reflexionar...


Podremos tener defectos, vivir ansiosos y estar irritados algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo. Sólo nosotros podemos evitar que ella vaya en decadencia. Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren. 

Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones. Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros. 
Ser feliz no es sólo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza. Y agradecer a Dios tener la dicha de despertar cada mañana, cada día tenemos la oportunidad de enmendar nuestros errores, de mejorar nuestros detalles y crecer espirutualmente. 
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis. Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.

Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz… Que en tus primaveras seas amante de la alegría. Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría. Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo. Pues así serás cada vez más apasionado por la vida. Y descubrirás que… Ser feliz no es tener una vida perfecta sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.

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